Marcas de coches: ¿cómo eligieron sus nombres?
22 septiembre, 2015 - Autoescuela GO!!!
Aunque parezca que las grandes compañías que se dedican a fabricar automóviles llevan toda la vida con nosotros, tuvieron su origen en un momento determinado.
Cuando se crearon, fueron bautizadas con nombres más o menos originales: en algunas ocasiones, se utilizó el apellido de su fundador, como en el caso de Ford o Ferrari. En otras, fueron acrónimos como SEAT, Sociedad Española de Automóviles de Turismo.
Pero en ciertos casos, la denominación elegida tiene detrás una historia curiosa, que nos cuenta cómo y en qué circunstancias creció la industria automovilística. Veamos algunas de las marcas de coches cuyo origen nos ha llamado más la atención.
Volkswagen
En 1933, Hitler encargó al ingeniero Ferdinand Porsche (sí, quien después fundaría la compañía de deportivos de lujo) un vehículo robusto y de precio asequible para la población alemana. Lo bautizó como Volkswagen, el automóvil del pueblo.
Porsche diseñó el V1, apodado escarabajo y que aún se fabrica (con modificaciones, claro está).
Como curiosidad, el primer logo de Volkswagen estaba compuesto por una V y una W, como en la actualidad, pero a su alrededor tenía unas aspas similares a la esvástica que, tras la Segunda Guerra Mundial, desaparecieron, lógicamente.
Audi
August Horch fundó en 1899 la empresa August Horsch & Cie., cuyo primer automóvil salió al mercado en 1901. ¡Todo un pionero de la industria! Pero años después abandonó la compañía que él mismo había fundado por problemas financieros y desavenencias internas.
Creó una nueva empresa e intentó utilizar su apellido de nuevo para bautizarla, pero como el nombre ya estaba registrado, no pudo hacerlo, así que decidió traducirlo. Su apellido, Horch, en alemán significa “escucha”, y su equivalente latino es “audi”, palabra que escogió para dar nombre a su nueva compañía.
Subaru
En Japón, la constelación de las Pléyades, formada por seis astros, es llamada Subaru. Cuando seis empresas japonesas de diferentes sectores (componentes, automoción, tecnología, química, servicios, ingeniería y materiales) se fusionaron, eligieron este nombre para representarlas e incluyeron seis estrellas en su logo.
Volvo
Otra compañía que recurrió al latín es Volvo, que significa, “yo ruedo” en esta lengua. Su origen es curioso, porque la marca Volvo en un principio se registró para una división de la empresa sueca SKF dedicada a la fabricación de rodamientos, aunque el nombre nunca llegó a utilizarse.
Finalmente, usaron el nombre para la nueva aventura automovilística en la que se embarcó la compañía, ya que encajaba a la perfección con la actividad de la empresa.
Mercedes-Benz
La actual Mercedes-Benz tiene su origen en la fusión de varias empresas. En el siglo XIX, Gottlieb Daimler y Karl Benz fundaron sendas compañías —Daimler-Motoren-Gesellschaft (DMG) y Benz & Co.— dedicadas a la fabricación de motores y automóviles.
Daimler diseñó el modelo Phoenix para su cliente Emil Jellinek, que utilizaba el nombre de su hija, Mercedes, para inscribirse en numerosas carreras.
Los automóviles que fabricó para él fueron un éxito absoluto, por lo que decidieron que Jellinek pasara a formar parte de la compañía.
Cuando se fusionaron con Benz, en 1926, se decidió que el nombre de la empresa resultante sería Mercedes-Benz, en honor a Emil, que había fallecido unos años antes.
Seguro que nos dejamos muchas historias curiosas en el tintero. ¿Conoces alguna más? ¡Compártela con nosotros!
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